Levantó la mirada y caminó hacia el río, algunos claros de luna aparecían de vez en cuando en su camino, sus pies mojados de horas caminando sin descanso, pero el anhelo de su alma lo alentaba a seguir... El camino era aspero, de vez en cuando volteaba, temeroso al encontrarse en el cerro a mitad de la noche, con la ayuda de una rama que servía de bastón, cortaba el viento, y de vez en cuando se detenía para mirar el cielo, elevando una plegaria... -mas le vale estar vivo, pensaba entre si, -cuando llegue, lo dejaré curtido y subiré por un trago de aguardiente- pensaba y su voz por momentos balbuceaba alguno que otro insulto... Eran las primeras horas de la madrugada cuando escucho ladridos a lo lejos, su corazón se agitó al pensar que casi terminaba su pesadilla, se recargo de un árbol y bajó el morral que le había sangrado ya un hombro, se hincó por un momento y cuatrapenando palabras pronunció su última oración, estába cerca, para enfrentar su destino, aquella promesa que le hizo vo