Y luego de escribirla, apagarás el teléfono, cerrarás tus redes sociales, cambiaras de e mail, y subirás a un avión con destino a alguna parte del mundo... La carta llegará a mí, muy tarde como para detenerte, la leeré, e intentare buscarte, pero no habrá forma de localizarte, solo me queda este blog que se que leerás, que un día, lo abrirás, quizá por nostalgia, melancolía o simple curiosidad... Y te darás cuenta que aunque ha pasado mucho tiempo, no he dejado una sola noche de escribirte, con la esperanza que me leas, y abrirás cada escrito y verás que hay una palabra clave en cada una, que todas fueron escritas de manera progresiva para que te dieras cuenta de algo... pero ahora tienes una nueva vida, una familia, esperaste tener estabilidad para recordar estos días, de café, de anocheceres, de amaneceres... Y así se apagó, sin un después, sin una segunda parte, sin un final. y cuando pensaste que había sido todo, un día cualquiera, una llamada de un numero desconocido, una voz que